martes, diciembre 26, 2006

Please, Teach me!

Ultimamente no hago más que sorprenderme de la cantidad de cosas que uno puede aprender simplemente estando tumbado en su sofá. Bueno, quizás no sea una labor tan simple y requiera un poco de atención, pero sí que facilita bastante el adquirir nuevos conocimientos.

Hoy, sin ir más lejos, he resuelto una de esas dudas que de vez en cuando te surjen y no sabes como solucionarlas. Y es que... ¿Cuántos saben como se dice "fulano de tal" en inglés?

CSI no es sólo un serial que nos quiere devolver la confianza en el sistema judicial americano (el nuestro aún debe sustituir a esos adorables señores barrigudos que, aún estando en navidad no son Papa Noel disfrazado de policia, por fornidos humanos capaces de hacer un sprint de más de un nanosegundo); es un contendor de conocimientos varios. Desde ciencia a valores humanos, pasando por expresiones comunes y costumbres sociales.

Lo sé, "Crime Scene Investigation" no es la panacea de la televisión educativa, y tampoco lo pretende (al contrario de lo que intentan otros programas que alguien catalogó de educativos cuando lo correcto sería otorgarles la etiqueta de atontantes, vease "Los Lunnis"). Es más, es una serie que únicamente le interesa que nos quedemos en la silla deseando más (como buen producto de masas) pero para ello emplea buenos argumentos.

Y ahora que nombro lo de los argumentos, creo que es el momento de exteriorizar una pregunta que francamente espero que nadie sepa responder. ¿QUÉ, PERO QUÉ, COÑO PINTA OTRA VEZ EN LAS PARRILLAS TELEVISIVAS ESA ODIOSA Y SOBREACTUADA SERIE DE OBREROS CHAPUZAS? ¿POR QUÉ CASTIGAN NUESTRAS NEURONAS DE ESA CRUEL FORMA?

Habrá quienes dirán que si no me gusta que no lo vea, algo que ya hago; pero la cuestión no es que yo quiera o no verlo, sino si realmente alguién disfruta con ello (imagino que para mi desgracia eso debe ser así, ya que si no... ¡Vaya cagada, antena 3!). Y es que la queja no viene porque los demás lo vean, hayá cada uno con su cuerpo (lo sitúo al mismo nivel que una mutilación), sino por el hecho de que seguro que algo mejor podrían poner en ese espacio.

Pero bueno... la programación en TV tiene un halo de misterio que quizás logre comprender cuando acabe la carrera, o puede que nunca. Pero hoy por lo pronto me puedo ir a acostar tranquilo, he aprendido algo que a pesar de no ser extremadamente práctico, me resulta giga interesante: mengano/fulano/mangano/juanito-los-palotes/chona la berberecha/Rita la cantaora/etc etc, tienen un equivalente inglés, "Jonh Doe" y "Jane Doe".

Me he preocupado en saber el porqué de esos nombres. Y es que, según parece, comenzaron a usarse en la epoca del Rey Eduardo III de Inglaterra en lenguaje de derecho, especialmente en casos en los que no habia un acusado y un acusante definido recurriéndose a estas figuras que poco tardaron en llegar al vocabulario común. Normalmente se usa para gente que se quiere mantener en el anonimato o de los que se desconoce su nombre.

Ala!!! Se acabo mi necesidad de instruir del día.

jueves, diciembre 21, 2006

"En el amor siempre uno quiere más que el otro, lo que hay que intentar es que no siempre quiera más el mismo"

Cuanta sabiduría en una sola frase. Quién me iba a decir a mí que podría descubrir uno de los posibles remedios a uno de los mayores males del mundo, LA ASIMETRIA EN LAS RELACIONES INTERPERSONALES, gracias a "dias de cine", ese maravilloso programa invisible para las masas que emiten en la dos, vete-tú-a-saber-cuándo.

Y es que las grandes perlas se encuentran en los lugares más recónditos.

lunes, diciembre 18, 2006

Un día más, la desesperación de saber que algunos actos pasados ya son simplemente eso, pasado. Me corroe las venas porque pienso en el grueso de posibilidades que un solo milimetro de más en alguno de mis movimientos me podría haber brindado, pero que por algún motivo superior a mi "ello" no fui capaz de hacerlo.

Los remordimientos, arrepentimientos, sentimientos de culpabilidad y todas esas reacciones casi alergicas que determinados valores morales provocan en nuestro ser son casi lo peor de la racionalidad humana. Ese pensamiento planificador que nos invade a cada segundo impide que superemos nuestros temores más acendrados y hagamos aquello que deseamos.

Realmente el mayor de los temores es el ridiculo, la humillación pública, ese intento descerebrado de autoflagelación sacrificiosa que nos puede dejar a merced de las intenciones de los demás.

No hay bondad. Eso es una fantasía, una ilusión. Sabemos que la información es poder, control. Dejar que determinadas personas puedan tratar de manipularnos por un error nuestro puede ser un caso fatal de masoquismo.

Pero es que... dónde quedó el valor!? Por qué hay que resignarse a no hacer determinadas acciones? El ridículo es sólo otro estado mental más!!!

Si no quieres sentir ridiculo, no lo vas a sentir. Pensar en los demás para qué?... Realmente alguien piensa en ti? Tan importante te crees que eres?¿
¡¡¡CUANTA FE EN EL UNIVERSO!!!

Después de tanto discurso patético, únicamente me queda decir que pienso evitar pensar en qué pasará. No soy el primero ni seré el último en proclamar el "Carpe Diem" como la forma más apropiada de vivir la vida. Eso sí, con un mínimo de planificación.
Prometo evitar tener que arrepentirme de no haber hecho aquello que sabía que podía hacer; al menos lo voy a intentar un tiempo (si sale "fule" siempre se puede devolver que el consumidor es el que manda... o no?).

Ehms... pienso mucho en aquel momento, me hizo cambiar. No te puedo ver igual, es más, preferiría no tener que verte para no recordar que hubo un instante en el que te tenía y me tenías; nos prestamos una parte de nosotros, aquella que acostumbra a llevar una coraza. Pero sólo fue eso, un INSTANTE.

domingo, diciembre 03, 2006

Vaya por dios, cuando la tontuna llama a tu puerta no puedes hacer otra cosa que no sea volverte tonto. Y es que es muy duro descubrir que uno no ha cambiado nada en determinadas lindes después de haber superado la edad del pavo (aunque ahora mismo como más pavo que nunca).

El amor. Ese invento de las peliculas de ciencia ficción americanas (no estoy confundiendome, digo ciencia ficción porque me parece de una increible fantasía el hecho de que dos personas puedan enamorarse y ser felices como tan fortuitmente; creo que algún tipo de artefacto tecnológicamente superior ha de estar detrás de todo). Y es que no todo es como lo pintan en el cine. ¡No! Uno no se conecta al Outlook y recibe emails de la persona que te esta haciendo la competencia en la tienda de en frente que casualmente es bastante guapa y además se enamorará de ti y te hará feliz (hay guiones de todos los tipos en esta nuestra cultura de masas). No, uno como mucho se conecta al IRC esperando encontrar algo potable entre una marabunta de degenerados mentales que es incapaz de cruzar mas de tres frases si en ninguna de ellas se referencia algo sexual, y no es que tenga ningún problema con el sexo, pero un poco de intelectualidad no hace daño a nadie (inciso, por fortuna de vez en cuando ocurre el milagro y descubres a alguien con aspiraciones y todo).

Pero bueno, luego está el sentir como babeas a mares por una persona de tu entorno. Y es cuando descubres que el universo está en tu contra y no puedes resultar más patético a ti mismo. Es una situación sin parangón, un día te levantas y descubres que por algún extraño motivo, alguien con el que confraternizas practicamente a diario yo no es simplemente un monigote más en tu cotidianeidad; de pronto es como la pieza angular, como aquello que te hacía falta para encontrar el motivo que te hiciera salir de la cama por las mañanas y enfrentarte a ese momento de dolor infinito que uno tiene cuando se atreve a despojarse de las mantas y resto de cachivaches que te han arropado toda la noche. Y es que el amor y sus sucedaneos realmente no pueden traer nada bueno.

Uno pierde completamente sus deseos de individualidad y libertad. Realmente asusta la facilidad con que accedemos a desprendernos de todo aquello por lo que nuestros antepasados lucharon tan vivamente (quizás la gracia de todo ello radica en que eres tú el que decide cuándo, cómo y dónde sacrificarlo). Pero el caso es que lo hacemos, y además la gran parte de las veces es un acto reflejo. No podemos ver como esa persona no cuenta con nosotros, pero obviamente no podemos insinuarnos tanto que la situación y nuestros deseos sean excesivamente evidentes.

Porque sin duda alguna, lo peor de estos inventos del sentimentalismo es el juego de estrategias en el que uno entra casi sin darse cuenta. Es peor que un "Simcity": hay que controlar absolutamente todas las variables sin que parezcan manipuladas,predecir todo unicamente con la intuición (los hay que recurren al espiritismo pero yo ciertamente no le veo futuro a esas prácticas), convencer sutilmente a nuestro objetivo de que somos lo que necesita y todo ello ha de compaginarse con todo lo que nos ocupe normalmente las horas del día. MUY JODIDO!!!

Total, que ahora mismo me siento sometido por estas macronormas de comportamiento en sociedad que nos destrozan la salud mental al convertirse en centro de todas nuestras decisiones. Hay que luchar contra esta clase de emociones dominadoras, ESTOY HARTO DE SENTIR, viva la insensibilización!!!.

Ojalá fuera tan sencillo hacerlo como decirlo...