jueves, enero 11, 2007

Otra vez aquí, sin nada que decir realmente aunque con ese sentimiento como de melancolia extraña que me destina a esta pantalla, a observar como el teclado inerte siente cada una de mis pulsaciones en su delgado cuerpo (lo típico en un teclado de portatil, que nadie se alarme que lo alimento bien).

Y es que, hasta que punto... hasta que punto NADA!!!

Superar algo, qué demonios queremos decir cuando felizmente soltamos por estas bocas infames que tenemos "si, por fin lo he superado". ¿Pero a quién queremos engañar?
La respuesta, como siempre, es bien simple: a nosotros mismos.

El sentimiento de pertenencia... que ilusorio! ¿Cuándo realmente es algo tuyo? Imagino que uno sabe que tiene algo cuando lo ha gastado el solo, pero mientras siga siendo útil existirá la pequeña y temible nube del hurto... es todo tan volatil!!!

Pero bueno, los reencuentros en el fondo están sumidos bajo el embrujo de tiempos pasados y esa horrible mala memoria que nos hace engrandecer vivencias anteriores (por fortuna no siempre es así y los malos recuerdos existen).

No sé a donde quiero llegar con estos parrafos inconexos, pero necesitaba regresar a este lugar, justo aquí, en NINGUNA PARTE!
Seguiré en silencio escuchando la canción que más emociones es capaz de despertarme, "Laugh til I cry" de Brooke Valentine

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo es culpa de la memoria: cuando queremos utilizarla no nos da más y cuando no, nos brinda bonitos recuerdos que no te hacen sentir nada bonito. bah!
(y que facil me sigue siendo echarle la culpa a los demás)
Pero no me quites la ilusión, ¡Déjame engañarme a mi mismo!. ¡Vivir en mi mundo inventado, donde si que todo me pertenece y no me lo pueden robar!.

-p

feliz vuelta (con recuerdos inclusive)